En un ambiente de alegria y gratitud D. Jerónimo celebró el V aniversario de su ordenación con una Misa de acción de gracias a Dios y durante la misma tuvo lugar la bendición de la recuperada Capilla del Nazareno.
La celebración tuvo lugar el domingo 12 de julio a las 8 de la tarde, a la misma hora en que cinco años antes era ordenado sacerdote por el obispo de la Diócesis, Mons. D. José Manuel Lorca Planes.
Fue concelebrada por D. Diego José Gil, anterior párroco de esta y ahora párroco de Ceutí, que fue el impulsor de la vocación en Jerónimo y por D. Ángel Obradors, párroco de Santa Lucía en Cartagena.
Asistieron la alcaldesa Dña. Juana María y el teniente de alcalde D. Jose António Oliver, además de feligreses de Fuente Álamo, Molina de Segura, Balsapintada, Lobosillo y Valladolises.
Para la ocasión D. Jerónimo vistió la casulla de su ordenación, regalo de D. Diego José y de la parroquia de la Asunción de Molina de Segura y el cáliz que le regaló el pueblo de Las Torres de Cotillas.
Durante la homilía el párroco tuvo un recuerdo para todas las asociaciones que componen la parroquia de San Agustín y leyó un emotivo texto en el que Jesucristo le invita a seguirlo.
A continuación tuvo lugar la solemne bendición de la Capilla de Ntro. Padre Jesús Nazareno. El párroco se dirigió hasta ella e invitó a los fieles a unirse desde sus asientos a la oración de bendición.
Se llevaba tiempo estudiando la reforma de esta capilla pero se adelantó aprovechando el tiempo en el que la iglesia estuvo cerrada por el coronavirus. El objetivo era recuperar una estructura similar a la que tenía cuando fue concebida y que el Nazareno pudiera ser venerado como corresponde.
Al termino de la Eucaristía se le hizo entrega de una imagen del Niño Jesús en madera policromada. Una familia, en representación de todos los feligreses, fue la encargada de entregarlo. El regalo ha sido costeado por donativos anónimos de los feligreses de las cinco parroquias por las que ha pasado D. Jerónimo.
Finalmente, una reducida representación de las asociaciones de la parroquia tomaron un refresco en los salones parroquiales.
Juan Morales