El que hasta ahora ha sido párroco de San Agustín, cerró su etapa en Fuente Álamo el 3 de septiembre con una Misa de Acción de gracias por su misión pastoral en esta parroquia
Durante la emotiva celebración tuvo palabras de agradecimiento para los fuentealameros, que desde el primer día lo acogieron con cariño y entrega. Al final de la Eucaristía recibió regalos de la parroquia y de feligreses que querían despedirse personalmente.
Muchos han sido los sacerdotes que desde, al menos, 1569, han regido esta parroquia y han iluminado con el testimonio de sus vidas el Evangelio que predicaban.
El Rvdo. D. Jerónimo Hernández Almela llegó a Fuente Álamo el 9 de septiembre de 2018 y nos deja el 9 de septiembre de 2023, justo cinco años después. Marcha a la comarca del Altiplano, más concretamente, a la Iglesia de San Juan Bautista de Jumilla.
Sería imposible detallar en este artículo, como se ha desarrollado la misión pastoral de D. Jerónimo, durante los cinco años que ha regido nuestra parroquia. Su labor ha sido intensa en todos los frentes: niños y niñas, jóvenes, matrimonios, ancianos… oratorios para niños de Primera Comunión, el inicio del Camino Neocatecumenal…
Otra importante labor acometida ha sido la de adecentar el templo y por tanto, de todos los fuentealameros. Podemos destacar la adquisición de un nuevo órgano de tubos, la restauración de la capilla del bautismo, la recuperación de la capilla del Nazareno, el cambio de la instalación lumínica del templo, la adquisición de una imagen de San José del escultor Ramón Cuenca, la construcción de un tabernáculo para el altar mayor… y así, numerosas actuaciones encaminadas a enriquecer y mejorar el patrimonio de nuestro templo.
Como olvidar los preciosos altares efímeros que hemos podido disfrutar, y que preparaba personalmente para las fiestas patronales de San Agustín y para Navidad.
Llegó a Fuente Álamo en 2018 y después de cinco intensos años, marcha a Jumilla. Así es la vida de un sacerdote, de un lado a otro, cambiando constantemente de destino, con las maletas siempre preparadas para servir a Dios y su pueblo.
Hoy nos toca despedir a nuestro párroco D. Jerónimo Hernández Almela, pero siempre te recordaremos con la alegría que te caracteriza y que contagias con tu sonrisa. No caigamos en el error de considerar como algo triste la despedida de nuestro párroco, percibiendo que perdemos a alguien, al contrario, hay que hacerlo viendo lo que hemos ganado: un amigo que se va, pero que se queda en nosotros y se lleva un trozo de nuestro corazón… Muchas gracias.