Tal día como hoy hace 75 años, el párroco de San Agustín, se dirigía al presidente de la Diputación Provincial.
El 21 de enero de 1945 enviaba una carta en la que solicitaba una subvención con cargo a la «Décima» que se recaudaba para luchar contra el paro obrero en la provincia para arreglos en la iglesia. De esta manera, además de beneficiarse la iglesia reparando los tejados, se conseguía dar empleo a personas en paro.
Párroco, 21 enero 1945
Excmo. Sr. Presidente de la Diputación P.
Estimado y distiguido Señor, por el 6 de junio pasado escribí a mi estimado amigo Sr. Virgili diciendole que dada la simpatía que tiene con este pueblo y la gran confianza en el Estado, interpusiera toda su influencia para ver si se podía conseguir de este algún donativo con que poder reparar algo del inmenso daño que a esta iglesia hicieron los rojos.
Como preliminar el Sr. arquitecto de Cartagena hace ya más de dos meses hizo un presupuesto que me dijo me lo mandaría pronto y esta es la bendita hora que aún lo estoy esperando.
Soy murciano y cuando veo que en el Carmen, San Bartolomé, San Lorenzo, etc… se están enluciendo hasta las fechadas de sus iglesias me entra una tristeza que no puedo explicar al considerar que estoy celebrando el Sto. Sacrificio en un altar levantado con unos ladrillos y una mesa construida con tablas de los camastros de los rojos y lo más malo es que en este pueblo no hay quien me dé una sola peseta para ello.
Me aseguran que usted como buen católico suele hacer algunas limosnas para estos fines, si es así, siempre le quedará sinceramente reconocido el pueblo y su estima.
Juan Castillo.
El expediente consta de un «Proyecto de obras de reparación» firmado por el conocido arquitecto D. Pedro Cerdán, nómina de los trabajadores empleados y documentación sobre la liquidación de la obra.
No fue la única iglesia del municipio que solicitó esta ayuda, también lo hicieron la iglesia de San Pedro de Las Palas en 1945, la iglesia del Rosario de Cuevas de Reyllo en 1956 y la iglesia de la Purisima de Balsapintada en 1956.
En pueblos eminentemente agrícolas como Fuente Álamo, era habitual que las sequías y heladas echaran a perder las cosechas y la población sufriera verdaderas calamidades.
La Junta Provincial para la Prevención del Paro Obrero destinaba su presupuesto a obras de interés público, como carreteras, colegios, lavaderos públicos, caminos, iglesias, etc… contratando jornaleros en paro.
Esta publicación es estrictamente histórica y sin intencionalidad política alguna.
Juan Morales