Esta tarde, nuestro párroco D. Jerónimo ha celebrado una Misa en el cementerio municipal para que nuestro fieles difuntos lleguen a la presencia de Dios.
El 2 de noviembre, Día de los fieles difuntos, la Iglesia recuerda a todos los que han muerto en este mundo, pero aún no pueden gozar de la presencia de Dios, porque están purificando en el Purgatorio los efectos que ocasionaron sus pecados.
En este día, los creyentes ofrecen sus oraciones y la misa para que los fieles difuntos de la iglesia purgante terminen esta etapa y lleguen a la presencia de Dios.
Si ayer se celebraba, con bastante normalidad, la visita de los vecinos al cementerio municipal para honrar la memoria de sus seres queridos y de todos aquellos que partieron al encuentro con Dios. En el día de hoy, la Iglesia dedica la liturgia a animar a los fieles a orar por el eterno descanso de quienes han muerto, con la esperanza de que todos, en el día que no conoce final, nos podamos reunir en el amor infinito de Dios.
Por ello, nuestro párroco D. Jerónimo Hernández ha celebrado una Eucaristía en el cementerio a la que han asistido numerosos vecinos y ha recomendado que hagamos sacrificios por las almas del Purgatorio, conscientes de que muchos de quienes nos han precedido necesitan aún purgar sus faltas para poder gozar de Dios de manera definitiva. Recomendables son las oraciones de intercesión ofrecidas a la Virgen María y de manera especial el Santo Rosario.
Debido a la duración de la pandemia de coronavirus, la Penitenciaría Apostólica vaticana ha decidido extender a todo el mes de noviembre de 2021 las facilidades decretadas el 22 de octubre de 2020 para obtener la indulgencia plenaria en el Día de los Fieles Difuntos, que celebramos hoy, martes 2 de noviembre. Es una hermosa oportunidad para que, con la cooperación de los miembros de la Iglesia que peregrinan en la tierra, muchas almas necesitadas dejen el purgatorio.